A la hora de viajar con bebés o niños, a la mayoría de familias nos entra como un miedito y encontramos mil excusas para no salir. Lo que se suele decir es que los niños se acostumbran o se adaptan a todo, vamos como cualquier persona, nos adaptamos para sobrevivir, ja,ja,ja. Sin embargo, lo que yo digo es:

para los niños, donde estén mamá y papá está su hogar,

así que no hay problema, ellos se mueven con su seguridad incorporada. Ahora nos toca a nosotros los padres y madres, tener esa calma para saber que todo va a ir bien. Con esto no quiero decir que haya que dejar todo al destino, je, je, no. Investigar, planear, organizar y todo lo que conlleva preparar un viaje es la parte que podemos y debemos controlar. Nuestra seguridad y calma es la que notarán los niños, y si nosotros estamos bien, ellos estarán bien.

Entre los diferentes modelos de crianza hay algunas elecciones que a nosotros en particular nos han facilitado la vida bastante:

 

La Lactancia materna nunca nos a frenado para hacer nada, de hecho, en general, nos ha facilitado la intendencia alimentaria de nuestros hijos cuando salimos de casa. En los principios, salir de casa con el bebé es una locura en cuanto cosas nuevas que tienes que tener en cuenta de llevar: ropa de cambio, pañales, toallitas, bolsa para meter ropa o pañales sucios… ahora lo escribo y me parece fácil, una tontería, pero en aquel momento era un mundo y siempre se nos olvidaba algo. Pero en cuanto a la comida, fue siempre bastante fácil. La lactancia materna de manera exclusiva hasta los 6 meses y como alimento principal hasta el año y junto a alimentación complementaria hasta que hij@ y/o madre quieran facilita mucho este aspecto (estas son las recomendaciones de la OMS y de la AEPED). No hay que llevar nada, ¡lo llevas puesto! Listo y seguro para consumir en cualquier momento.

El primer vuelo siendo madre, fue cuando Roberto tenía 3 meses. Volamos desde Tenerife hasta Valencia para que mi abuela conociera a su biznieto. Hasta los dos años, a los niños no les asignan asiento en los aviones, así que van encima de ti. Cuando son chiquitines parece hasta obvio, y la lactancia nos ayuda en el despegue y aterrizaje a que ellos sigan con su movimiento de mandíbulas el cual facilita la compensación de la presión en los oídos, además de lo que ya de por sí es la lactancia además de alimento: consuelo, cercanía, mamá está aquí. Llega un punto antes de los 2 años en el que no entiendes que tengas que llevar el bebé encima tuya y además parece un trabajo imposible mantener al niño quieto, ja, ja, ja. Sin embargo una vez cumplen los 2 años y tienes que pagar ese asiento de más, ya no nos gusta tanto, ja,ja,ja.

A los 4, 5 meses de Roberto también, hicimos el primer viaje largo, 20 días, con la furgo a la península. Así que fuimos en barco durante 2 días y luego ¡17 días de furgo! No tener que preocuparte para nada de la comida del bebé, solo encuentro pros.

Ahora, si piensas en un destete, no sabría cómo hacerlo durante un viaje. Bueno tampoco sé cómo hacerlo llevando una vida normal. Para empezar hay que estar preparada y un viaje suelen ser momentos de muchos cambios y cosas nuevas, pero oye! para esto tampoco hay fórmulas, además es un tema complicado, sobretodo en lactancia con niños más grandes, las mal llamadas, lactancias prolongadas. Bueno, mi recomendación sería esperar a estar en casa para comenzar con esto.

 

La comida. Una vez empiezan a probar alimentos la cosa se complica, o no. Con el Baby Lead Weaning, o introducción de alimentos autodirigida o regulada por el bebé, la cosa es un poco más fácil. No tienes que preocuparte de llevar el potaje en un termo, o la papilla en un tarro. Para las que no conozcáis este método podéis buscar información en internet. Yo personalmente, si vais a empezar este método, os recomiendo el libro: “El niño ya come solo”, de Gill Rapley y Tracey Murkett, a mí me ayudó mucho leerlo y me dio bastante seguridad llevarlo a cabo. También hoy en día hay muchos talleres sobre el tema a los que seguro puedes acudir. Una vez en marcha con este método verás que el bebé puede comer de la misma comida que prepares para ti. Eso si, sin sal y al principio tal vez tienes que separar los ingredientes o cortarlos de la manera adecuada. Estando de viaje sería lo mismo. El bebé puede comer un trozo de carne, o macarrones o verduras de tu plato, o fruta que puedes comprar en cualquier lugar, pan, etc. Eso sí, hay que ir preparado con una muda de recambio y deshacerse de muchas reacciones automáticas en cuanto a ensuciar la mesa/trona, el suelo y mancharse la ropa, esto va a pasar por muy grande que sea el babero, ja, ja, ja. Así que en el caso de la comida ha sido también para nosotros un tema menos que estar planeando, los niños comen comida normal desde el principio. (pincha para ampliar las fotos)

El porteo en nuestra familia ha estado presente desde el principio. Lo encontramos más práctico siempre, así que usarlo en los viajes fue simplemente una extensión. Sobretodo cuando son muy pequeñines, lo que necesitan los bebés es estar en contacto con mamá y nada más, así que llevar el bebé pequeño colgado facilita muchas cosas, ya que está tranquilo, a gusto vayas donde vayas y con la teta a su alcance en cualquier momento. Si viajas a sitios calurosos se puede seguir porteando, pero debes leer sobre las recomendaciones de porteo en estos casos, ponlo en google y te saldrán muchos posts. Cuando siguen creciendo, para nosotros sigue siendo la opción. Roberto tiene 5 años y medio y seguimos porteando. Con este sistema tenemos acceso siempre a todos los sitios, haya escaleras, o estemos en el monte, si los niños se cansan los subimos a la mochila. Si es cierto que ya con el tamaño y peso que tienen no podemos cargarlos siempre si vamos a caminar mucho y llevamos además otra mochila delante con nuestras cosas… empieza a ser incómodo. Pero entonces adaptamos las actividades para que sea factible para los cuatro. Es cierto que según el tipo de viaje, alojamiento, etc., tal vez llevar un carrito plegable sea una buena opción, pero sería con un hijo solo, o con dos que se llevaran mucha edad. En nuestro caso nunca ha encajado bien del todo. Si nunca has porteado, la recomendación sería que no lo pruebes justo cuando te vayas a ir de viaje, pruébalo antes en casa, je, je. Además asegúrate de que tu portabebés sea ergonómico, para que respete la fisionomía del bebe y del porteador!😊 (Puedes buscar el tuyo aquí)

Resumiendo, estas tres opciones han sido y son las nuestras y creemos que nos han hecho más llevaderos no solo los viajes con los niños sino en general, la vida con ell@s.

Y para ti, ¿Cuáles son tus armas? Déjanos un comentario

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