Beso de furgoneta

A mí me da igual dónde ir y cómo ir o quedarme donde estoy. Lo que yo necesito es estar bien conmigo, que tú estés bien contigo y así poder SER juntos. No importa lo lejos que viajemos, no puedes huir de tí, así que mejor coge todo eso que no te gusta o no entiendes de ti mismo y trabájalo, porque tú eres la persona con la que vas a estar toda tu vida. Cuando entiendes eso y te abrazas a ti misma es cuando puedes empezar a abrazar a los demás de manera incondicional y completa.
A día de hoy cargamos muchas taras individuales en nuestras mochilas, pero las tenemos identificadas y siempre en la parte de arriba de la lista de cosas que hacer. Y esas cosas por trabajar marcan muchas veces la dirección del No plan.
Y puedes pedir ayuda!
Vivimos en una sociedad presionada por la felicidad. Hay que ser feliz, hay que ser feliz! Nos llenamos de consumo rápido que tapan nuestro vacío emocional o incluso la oportunidad de estar solos con nosotros mismos. Crecemos en el ritmo del “tengo que” y nunca llegamos a todo lo que “se supone que”.. así que nos perdimos en algún lugar en el camino de saber quién somos y qué queremos, mientras cumplíamos otros objetivos que alguien había escrito en nuestra agenda antes de ser incluso concebidos. Pero la felicidad sí necesita de objetivos, de metas, de un significado, de satisfacción y del camino para obtener esas cosas.
Y es ahora cuando, tras decidir querernos a nosotros mismos, nos tomamos el tiempo de escribir nuestra propia agenda, descubrirnos y generar nuestra propia dirección. Con la mochila de cosas a trabajar sobre la mesa, con ayuda de fuera, el apoyo dentro, seguimos creciendo. Y podría haber escrito solamente “beso de furgoneta”, pero habría sido consumo rápido…

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