CUANDO EL HORARIO LOCO ENTRA EN BUCLE

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Cuando no tienes que estar a ninguna hora en ningún sitio… David decía que empezaríamos a seguir nuestros bioritmos: despertarnos con la luz☀️, acostarnos con la oscuridad🌙, comer cuando tenemos hambre, aunque esto ya más o menos lo hacíamos…
Pero estos Ligroncitos vinieron de serie con pilas Duracell!!🔋 Un día que se levantan temprano dices “hoy se duermen pronto fijo”. Ya, claro.
Después de la cena se ponen a jugar a los dinosaurios🦖 o a montar legos o quieren ver una peli y luego comer otra vez. A veces ya se habían lavado los dientes, así que la negociación de esta parte se convierte en dejavú…
Por fin, nos acostamos a leer unos cuentos📚, pero resulta que después vuelve el tema de los dinosaurios🦕 que ahora les toca cuidar los huevo🥚… Y así hasta las 12 de la noche o más!!!!⏲️😱 Y dónde está nuestro tiempo para trabajar?! Ya no me espero, lo hago mientras juegan, pero lo cierto es que son horas críticas… y el juego de los cachorros puede explotar en cualquier momento💥…
Cuando al final nos llega la calma, ya me relajo en el ordenador y claro nos dan las 3:00 o más…. Lo bueno es que se levantan a las 10:30- 11:00, así que descansamos lo mismo de siempre, solo que todo está como desplazado➡️… Empezando el día a las 12!! Para mí, que soy de despertarme con el sol!!
Al empezar el viaje también pasó esto la primera semana, son como etapas, fases, en las que los días, las emociones, los juegos, las peleas, el lugar… Van marcando el ritmo, generando bucles de rutinas a los que no estaba acostumbrada, es más, pensaba que vivir así era un total desastre (en verdad todavía lo pienso😅🤣), pero enseguida acabará este bucle y vendrá otro. Todo está bien, mientras tenga mi cafecito ☕ al despertar, sea la hora que sea…
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