El postureo de la cafetera en la vida en furgo – con niñ@s

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Esa cafetera que inspira, teniendo de fondo el mar, las montañas, los bosques… cuando te levantas y tu escenario no son cuatro paredes entre las que pones en marcha el fuego que mientras se hace el café aprovechas para hacer mil cosas. Estas fotos con la cafetera colocada en el hornillo de gas, el cual cada día sitúas en un lugar diferente, transmiten esa paz en la que hasta que sale el café te dedicas a contemplar como el sol se eleva, como la niebla se dispersa, como se va secando el rocío, mientras te haces cuestiones trascendentales sobre la existencia, la vida y los caminos del señor. Sí, los caminos del señor solo son escrutables en estas mañanas de cafeteras y paisajes….

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Nuestras mañanas de cafetera y posturitas, que no postureo, ja,ja:
Cada mañana será una sorpresa, nunca sabes con qué te van a retrasar la hora del desayuno Roberto y Greta. Primero que nada procurar que los pises se hagan en tiempo y forma dentro del poti. Luego la cosa puede variar entre juego espontáneo de cachorritos, dinosaurios, hasta empezar la mañana construyendo legos o recortando para fabricar una careta… Todo esto es con “mamá tú eres la hija cuello largo y nos veías llegar”, o “mamá ayúdame a construir una nave”, o “mamá pintame unos dinosaurios marinos y yo los recorto”… Entre medias, si David ya se ha levantado, vamos recogiendo las camas. A veces si no se levanta yo voy recogiendo la de arriba. Otras veces nos levantamos los dos pero los niños están jugando a hacerse un nido con el edredón en la cama de arriba así que recogemos primero la de abajo. Muchas veces salimos fuera a explorar la mañana y mientras David va recogiendo. Normalmente yo acompaño a Greta y Roberto en la mañana ya que David tiene un automático que es levantarse y desde que se puede pone la cafetera. Le cuesta hacer vida antes de ese café, aunque muchas veces no le queda más remedio ja, ja,ja. Yo intento que se retrase un poco en poner la cafetera al fuego para que cuando Roberto y Greta decidan desayunar no me toque tomarme el café frío, pero tampoco ponerla demasiado tarde, ya que si los niños terminan de desayunar demasiado pronto  entonces me veo en las mismas porque quieren volver a hacer cosas. Así que la mayoría de las veces sale el café y ni me enteré, otras veces me lo vuelvo a calentar, algunas consigo tomármelo como me gusta, recién hecho. Pero en general con Greta encima de mi, y a veces Roberto, así que se trata normalmente de: el café de los equilibristas!!! Por eso lo del café de las posturitas y no del postureo. “Cuidado la mesa!”, “Cuidado el vaso”. Luego intenta mojar en el café y llevarte algo a la boca con esa cabecita de la monita que salta encima tuya y te hace interferencias entre el vaso y la boca. Además súmale el “mamá quiero agua”, “mamá faltan servilletas”, “mamá no tengo cuchara”, “mamá quiero más leche”, “mamá tengo frío”, “mamá ya acabé, hacemos un lego?” 😅 (También dicen papá, vale? Pero lo cuento desde lo que yo oigo jajajaja).

Esas fotos inspiradoras de cafetera y paisajes, ay! de dónde saco yo la inspiración si no puedo deleitarme en observar el humo saliendo de la cafetera y escuchar el sonido del café borboteando.
Sin embargo, a veces aparece Alex,  (@lafurgodejack) para jugar con Roberto y Greta y yo cojo y saco la foto de nuestra cafetera con las montañas de fondo, que se vea la furgo, el humo saliendo… Así ya puedo mirar esta foto cuando quiera y pensar en cosas trascendentales sobre la existencia y la vida. Pero aquí aprovecho para contaros que nuestros desayunos nos transportan más allá todavía, nos transportan a jugar (mucho más importante que comer) a reír, a llorar, a compartir, a pelearnos, a darnos las manos y salir a descubrir, a querer vestirnos rápido para ir a ver aquellos caballos, a dar, a ceder, a acompañar, a abrazar, a rebuscar entre los legos buscando esa pieza, a recortar para imaginar… Y todo eso antes de cualquier desayuno, de cualquier café, de cualquier foto de cafetera con paisaje…