La VW California T4 trae de origen un mueble ropero un tanto peculiar y de difícil aprovechamiento cuando son cuatro personas. Es más, los de Westfalia en su día incluyeron una mini barra para colgar ropa en perchas. Lo dicho, un aprovechamiento nefasto. Ya hace unos años eliminamos la barra e incluimos dos baldas de madera para mejorar el espacio. Pero las puertas las dejamos como venían de origen. Pasado el tiempo decidimos que el espacio se podría aprovechar mejor y nos embarcamos en este brico: puertas de corredera y unificación del espacio interior, o : Rediseñando el armario del infierno de la Cali.

PROCESO

Primer paso. Vaciar el interior. Quitamos la puerta trasera para trabajar cómodamente, la moldura amarilla que está a su lado (como se ve en la 2ª foto del brico) y las baldas que pusimos con sus soportes. A continuación, sacamos los estantes que vienen de origen en la parte trasera. Decir que esto incluye algo de fuerza bruta y un poco de maña para saber dónde dar unos golpecitos, que es en las uniones, arriba del todo.

Aunque en realidad no salió entero como en esta última foto, ya que previamente marcamos y cortamos para dejar soporte a la chapa que recubre el depósito de agua.

Finalmente, disponemos de un mejor espacio interior

El siguiente paso fue marcar el nuevo hueco de acceso, para luego meter caladora.

Recomendaciones previas: la sierra que utilizamos en la caladora es para metal; la razón es simple. Al tener unos dientes más pequeños no destroza tanto la madera al hacer el corte. Se ralentiza el proceso pero los resultados son muy buenos y el corte resulta muy fino. Decir también que para no perder solidez estructural del mueble, decidimos dejar un tira de aproximadamente 3cm. entre huecos de acceso.

El querer ajustar al máximo nos llevó a que la esquina inferior derecha se resistió y no pudimos hacerla con la caladora, por lo que la solución fue usar una hoja de sierra para metal y luego repasar con lima de media caña, también para metal.

El resultado a la vista está

Para cantear el borde del nuevo corte pusimos una goma que viene para esa medida (15mm), muy similar a la de origen y que ya hemos usado en bricos anteriores.

Para realizar la ranura donde encastrar la goma, usamos una maquinita tipo Dremel con disco de corte grueso de 3mm. El corte lo realizamos justo en medio del panel y con un poco de pulso lo vamos llevando. Lo ideal es usar una fresadora, pero nos apañamos con lo que tenemos.

A continuación, después de lijar y limpiar todo el borde del hueco procedemos a encolar y poner la goma. El ajuste final lo hacemos con un martillo de goma o teflón para que entre bien y sin fastidiar la goma.

Decidimos que queríamos un material resistente, ligero y fácil de trabajar, por eso nos decantamos por el contrachapado de 10mm. Éste sería usado en las puertas y las baldas.

Llega la hora de hacer las divisiones interiores del mueble. La medida interior para cada balda es diferentes y cambiantes, nada exactas y por ello tuvimos que tomar medidas cada 10-15 centímetros y así poder aproximar una forma más real de las mismas. Otra forma es usar un cartón y crear la plantilla.

Tras medir, decidir la altura idónea y marcar las baldas procedemos a cortarlas. Luego pusimos unas Ls de hierro atornilladas que harían de soporte y unión al mueble.

Pasamos a la parte de las nuevas puertas. Para guiar las nuevas puertas nos agenciamos en Leroy Merlín unas guías de aluminios de 15mm de anchura exterior y 12mm de anchura interior.

Usando los materiales que ya teníamos y así continuar con la estética de origen, aprovechamos la moldura amarilla que habíamos retirado con anterioridad. Esta pasó a ser la base de las guías inferiores. Con una medida decidida en la altura de las nuevas puertas de 62,5cm., marcamos el lugar donde irían las guías inferiores. Con esa medida marcamos la moldura amarilla y la cortamos en ángulo, para hacerla coincidir con la moldura izquierda del mueble.

Aquí presentada para comprobar ubicación.

Antes de proseguir marcamos y taladramos donde irán los agujeros para los tornillos que sujetarán la moldura.

Y a continuación cortamos dos tramos de guías de aluminio a la medida del apoyo, taladramos y sujetamos a la moldura con tornillos avellanados.

Para hacer que las puertas deslizasen suaves pegamos una tira de felpa en el fondo del canal de las guías.

Una vez colocada las guías y soporte inferior pasamos al superior. Para ello usamos una L de aluminio de 30x20mm y de nuevo otros dos recortes en U de aluminio para hacer las guías. Tras medir, cortar y taladrar, ensamblamos fuera antes para colocar el conjunto de una vez.

Dicen que el guarda siempre tiene. En este caso para sujetar las guías a la L usamos unos tornillos de cabeza lisa y tuerca autoblocante que teníamos guardados y no recordamos de donde los habíamos sacado.

Decir que para poner las guías superiores tuvimos que meter las puertas ya que después no era posible hacerlo, con lo que nos metimos a marcar y cortar las puertas.

Algo importante que queríamos es que quedasen solapadas cuando estuviesen cerradas, por lo que al cortar el ancho de las mismas dejamos un margen de 2 cm. en cada una de ellas.

A continuación, colocamos los tiradores empotrables conseguidos también en Leroy Merlín.

Para ello medimos la parte trasera del tirador y marcamos en las puertas. Con la ayuda del taladro para abrir hueco y la caladora posteriormente para cortar, realizarmos los huecos donde se alojarán los tiradores.

Antes de colocarlas, pusimos en los bordes inferior y superior de cada puerta un trozo de forro plástico adhesivo, el que usamos toda la vida para forrar los libros del colegio. Con ello conseguimos que las puertas deslicen mejor por las guías y no suelten viruta con el tiempo.

Además, le colocamos en los bordes verticales un perfil de policarbonato acolchado donado, proveniente del sector de las puertas automáticas. ¿conocéis las famosas puertas de cristal automáticas de Mercadona? Fijaos en sus bordes verticales.

Para terminar, colocamos el seguro para que las puertas no se abriesen en marcha.

Una espiga sobrante de un mueble fue la elegida para hacer de pasador. Con las puertas cerradas a tope realizamos un taladro pasante en la parte superior aprovechando el solape que habíamos dejado, confesamos ahora que era para este fin.

Con un hilo grueso de algodón unimos la espiga a una de las puertas para no perderla una vez retirada.

La espiga sufrió un ligero limado de forma cónica para que el asiento en el taladro realizado fuese más progresivo y no se soltase al ir en marcha.

Una primera idea fue pintar las puertas de un color que nos gustase, también poner vinilos, pero finalmente decidimos dejarlas en crudo con su estética natural y rústica.

Y HASTA AQUI ESTE SUPER brico de cómo rediseñar las puertas del infierno del armario de la Cali. ESPERAMOS QUE TE HAYA GUSTADO, INSPIRADO y si tienes dudas o algo que añadir puedes dejarnos un comentario o ponerte en contacto con nosotros!

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